domingo, 18 de julio de 2021

Mi tiempo

Camino rápido, cada vez más rápido. Siento el aire en cada paso. Al trote, después corriendo. Me siento liviano, rodeado de aire, siendo yo mismo viento. Nada me ata. O sí. Un reloj, la hora, no saber si es temprano o tarde, si esas agujas están en su tiempo, si señalan mi tiempo o cualquier otra cosa. Paro de correr, de trotar, de caminar. Me pasé. Estoy más lejos de lo que pensaba. Entro a un café. Agarro un teléfono y llamo al 113. Es temprano. Muy temprano. Mi reloj miente para que crea que es demasiado tarde, para que abandone cualquier carrera, cualquier batalla. Me mando una medialuna y salgo a la calle. La calle es mía. El tiempo es mío. Y yo elijo mi recorrido, mi paso, mi destino y no este reloj de mierda. Reanudo mi paso, más firme, más decidido, sabiendo a dónde voy, cuál es mi camino y mi tiempo. Dentro y fuera de este sueño. Al despertar veo un rayo de sol que se refleja en el reloj que está sobre la biblioteca y nada me parece tan inmóvil como sus agujas.